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conreu d'oliveres, ametllers, vinya i horta. Agricultura amb Certificació Ecològica. demeterdetastavins@gmail.com

dijous, 25 de setembre del 2014

PAISAJE Y DESARROLLO RURAL:  empleo verde y buenas prácticas. Valderrobres (Matarraña) 11-13 de Septiembre 2014. Universidad de Zaragoza.

Experiencia de Deméter de Tastavins:

El año 2007 compramos la finca del término de Ràfels /Ráfales conocida como Els Masos de Xotxim (Chuchím),  tanto las tierras como la Masía estaba dividida en 2 explotaciones y pertenecía a dos familias; los Anglès Aparicio y Anglès Vidal.  Posteriormente para canalizar la gestión agraria y patrimonial creamos la sociedad Deméter de Tastavins que domiciliamos en La Portellada, pueblo de mi padre los Pons Piquer (casa Gaujola). El año 2008 añadimos nuevas tierras de cultivo, colindantes, del Mas del Chusco.

El impulso inicial de invertir en esta experiencia es totalmente emocional, el paisaje, sus cultivos  (la triada mediterránea; olivo, viña, cereal más el almendro) La presencia majestuosa de los Masos (catedrales civiles) que desde hace siglos han ocupado y ordenado nuestro territorio. Predomina en su toponimia las artigas (en catalán significa arromper o roturar) nuevas tierras conquistadas al bosque y abancaladas con paredes de piedra seca para facilitar su cultivo, o toda la infraestructura  ancestral para recoger agua y canalizarla para regar los huertos. Estamos  en la cabecera de un pequeño valle  (que dirección hacia La Fresneda conocemos como La Vall d’Aura i después La Vall del Ferro).

Personalmente he de decir que no puedo expresar en palabras la sensación que me produce el contacto con la tierra, con la corteza de los olivos, con los olores de las plantas aromáticas, con la contemplación del paso de las estaciones con el cambio de colores de los campos de cereales. La visión de todos estos pinares y carrascas, moteado por bancales cultivados ganados por el trabajo del hombre que ha ido moldeando el paisaje según sus necesidades, es de un valor incalculable. Nos aporta una paz espiritual que nos conecta con los orígenes mediterráneos de nuestra civilización y nos acerca a aquella idea del presocrático Protágoras, que revolucionó la evolución social de la humanidad, “El hombre medida de todas las cosas”.

Bien y perdonen, todo este rollo es para afirmar que la inversión en el territorio no respondió a un “meditado” plan de negocio.

Si que teníamos claro los objetivos  y las acciones a seguir;

Dedicar prioritariamente la finca a explotación agraria, y una agricultura respetuosa con el entorno (como se hacía antes de los años 50 cuando se “industrializa” la agricultura). Por ello nos acogemos al control del Comité Aragonés de Agricultura Ecológica.
Las primeras inversiones van dedicadas a poner en marcha la explotación; maquinaria, tractor, paraguas para recolección...etc. partíamos de cero no teníamos nada.  Aquí hemos de destacar que encontramos una persona que se implica con el proyecto, Sorin Dragoman (y familia),  a pie de explotación lleva el día a día desde un inicio. Nuestro proyecto sirve para asentar una familia nueva en La Portellada  donde han nacido sus dos hijos.

Otro de los puntos prioritarios era consolidar la estructura de los Masos de Xotxim, había ya algún tejado derruido, seguramente sin nuestra intervención hoy serian irrecuperables.

También hemos priorizado hacer autosuficiente la Masía, en suministros de agua y electricidad, se recupera toda el agua de lluvia de los tejados y lo completamos con un pozo de la finca que recuperamos en un gran depósito que nos da agua a todas la Masía y riega el huerto. La energía eléctrica es de origen fotovoltaico. Con esto reproducimos, con las necesidades del S. XXI, la autosuficiencia que representaban las masías como unidades de producción agraria.

Actualmente todos los animales que nos acompañan en Los Masos de Xotxim se alimentan de lo que cultivamos en nuestras tierras.

Llegados a este punto hemos de reconocer que económicamente no hemos conseguida, aún, el equilibrio financiero  en el circulante (sueldos, consumibles, mantenimiento maquinaria...etc. Sin contar lo que es inversión). Desgraciadamente la actividad del sector primario no puede afrontar las inversiones tan elevadas que supone recuperar este patrimonio. Por lo tanto desviamos  de otros sectores productivos capitales para afrontar este proyecto.
Somos una explotación de secano, con lo que supone de poco control en la producción final de las cosechas, dependemos totalmente de que la climatología cada año nos sea favorable.

Los precios de las cosechas tampoco dependen de nosotros, seguramente,  es el único sector económico donde el precio lo marca el comprador y no el productor.

Como somos nuevos en el sector tenemos muy poca ayuda de la PAC (política agraria común), no tenemos derechos, por lo que perdemos una fuente primordial de ingresos para una explotación como la nuestra.
Una vez consolidamos la explotación agraria, nos planteamos nuevos retos para hacer viable el proyecto.
Por un lado la sociedad empieza a reconocer los esfuerzos por mantener este tipo de agricultura, respetuosa con el entorno, hay una implicación emocional con los agentes que actuamos para preservar estos paisajes que pueden desaparecer en cualquier momento. Concepto de producto Km0, o Slow Food...
Actualmente  tenemos dos líneas de actuación;

1.- Dar valor añadido a nuestra cosecha elaborando producto acabado bajo nuestra filosofía. Hemos registrado la marca Tel·lúric  (no es el momento pero esta tierra del Matarranya tiene mucho de telúrica) para elaborar un vino. También  un aceite de nuestros olivos. Todo con garantía ecológica.

2.- Desde los estatutos de Deméter de Tastavins hemos dejado claro que la actividad cultural alrededor de nuestro proyecto era prioritario. Actualmente ya tenemos espacios que podemos utilizar para desarrollar estas actividades en un sentido amplio. Desde actos literarios a gastronómicos.
Siempre teniendo presente que la actividad que nos da sentido y da vida a nuestra finca es la agraria.

Como he dicho estas masías, que en muchos casos estamos perdiendo o dándoles un uso que no las hacen reconocibles, son “catedrales civiles” pero que no cuentan con la ayuda  y el favor social para invertir en su recuperación  (como otras “catedrales”).

En el caso de nuestra finca uno de los elementos que nos gustaría consolidar y recuperar son las magnificas paredes de piedra seca que abancalan el territorio , pero  muy inviable económicamente. En otras comunidades (estoy pensando en Mallorca) las autoridades han potenciado esta recuperación y han generado nuevos empleos rurales.

Xavier Pons Guillamón


3 de Agosto de 2014